NOS VAMOS A LA PLAYA

¿Sabes lo que tienes que llevar sí o sí en la maleta?
Esto parece un asunto fácil, pero nada más lejos de la realidad. ¿Cuántas veces pecamos por exceso, por escasez o incluso por inutilidad en lo que nos llevamos? Sabemos lo difícil que es decidir qué llevarlos y no. Siempre aparece en nuestro pensamiento frases como «esto por si acaso» «nunca se sabe» «total si por una cosa más no pasa nada» y al final nunca usamos y no dejamos hueco para lo que realmente es necesario. Esto es una cuestión que nos preocupa bastante pero más importante aún es, sin lugar a duda, protegerse del sol y para ello, conocer el fototipo de piel de cada uno es muy importante porque precisamente éste nos va a indicar los cuidados propios para cada tipo de piel. ¡Pero tranquil@s!, os ayudamos a averiguarlo .

PROTECCION SEGÚN NUESTRO FOTOTIPO DE PIEL

Un clásico im-por-tan-tí-si-mo que no debe faltar nunca si vamos a rotar nuestra toalla en la playa como si fuéramos girasoles al sol, día sí día también, es una buena protección indicada para nuestra piel. ¿Qué significa fototipo? Ni más ni menos que la capacidad que tiene la piel para asimilar las radiaciones solares y existen 6 tipos diferentes: desde el 1, que es típico de los pelirrojos o rubios naturales con piel rosada y muy clara hasta el número 6 con una piel muy oscura casi negra o negra. Por esta razón cada piel necesita una protección diferente.

¿Qué es el factor de protección solar (FPS)?

El FPS es un índice que nos indica cuanto tiempo podemos estar expuestos al sol sin sufrir ningún problema derivado de él.

Por ejemplo, si una persona puede exponerse al sol durante 10 minutos sin padecer envejecimiento ni quemaduras, un FPS 15 le protegerá del sol durante unos 150 minutos (10×15) Lo que necesitamos es saber calcular nuestro FPS más adecuado, para ello debemos saber nuestro fototipo.

¡Descúbrelo en el cuadro de la imagen!

Elegiremos un factor acorde a nuestro fototipo de piel (ver cuadro inferior) y nos lo aplicaremos varias veces al día.

  • Cremas: Aportan un extra de hidratación a la piel, cubren más (porque solemos ponernos más cantidad) que las otras presentaciones.
  • Sprays: Menos hidratantes que las cremas. No dejan sensación pegajosa. Los puedes encontrar en textura leche, son emulsiones blancas, o trasparentes, ideales para zonas con vello o personas que sudan.
  • Aceites: Aportan una hidratación media a la piel (estaría entre las cremas y los sprays) dejan una película brillante, ayuda a broncearse antes.
  • Gel: Sensación muy ligera, suelen ser texturas transparentes. Ideal para deportistas, aguantan el sudor y el agua. Ideales para personas con vello.
  • Stick: Es un formato barra, muy cómodo para aplicar repetidamente sobre, manchas, cicatrices, lunares…
  • Niños: Los protectores solares de niños, tienen un par de diferencias con los de adultos, la primera es que aguantan más baños (baños más prolongados) y la segunda es que no llevan ni perfumes , ni parabenos.

Recomendaciones:

  • Aplicar el protector solar 30 minutos antes de la exposición solar, y renovar a menudo.
  • Repetir las aplicaciones después de cada baño.
  • No exponerse en los horas centrales del día.
  • No exponer a bebés menores de 2 años.
  • No llevar ni perfumes ni maquillaje, pueden manchar la piel.

Y dicho esto… ¡A disfrutar del verano!